SERVICIO DE CALIDAD

Ofrecemos atención personalizada, desde un abordaje integral y multidisciplinar, dirigida al paciente y a sus familiares. Realizamos presupuestos a medida.

DIFERENTES PERSONAS, DIFERENTES EDADES

Nuestras instalaciones y nuestro equipo de profesionales hacen posible la atención a personas de todas las edades, con diferentes trastornos, enfermedades o lesiones, y sus diversos síntomas o consecuencias (físicas, psicológicas, sociales, etc.)

ALQUILER DE INSTALACIONES

Nuestras instalaciones son novedosas en Aragón, debido a la singularidad de nuestra piscina terapéutica. Por ello, las ponemos a disposición de otras asociaciones y fundaciones, para que todos podamos aprovecharnos de los beneficios de esta Unidad Acuática y de Rehabilitación.

FORMACIÓN

El equipo multidisciplinar, el equipamiento y los materiales que tenemos en la Unidad nos permiten realizar cursos de formación destinados al avance y la mejora de los tratamientos de rehabilitación.

EQUIPO

El equipo de personas que consigue que esta Unidad salga adelante está formado por profesionales con gran entusiasmo, amplia experiencia y formación, y una calidad humana privilegiada.

Los profesionales de Trauma Aragón http://www.traumaaragon.com/, del Instituto Avanzado de Psicología Integral (IAPI) www.iapi.es y de Los Pueyos http://fundacionvirgendelpueyo.blogspot.com.es/ se unen para formar un equipo multidisciplinar destinado a la prevención, el desarrollo, la intervención y rehabilitación integral de personas con diferentes trastornos, enfermedades o lesiones, así como a la atención de sus familiares y cuidadores.


viernes, 19 de septiembre de 2014

TE QUIERO

Las “relaciones humanas afectivas” es un concepto que incluye la amistad, las relaciones de pareja y familiares, y está muy relacionado con las emociones positivas.
 
Las relaciones afectivas humanas son la principal fuente de felicidad de las personas. De hecho, puede decirse que no hay nada capaz de hacer tan feliz (o desgraciado) a un ser humano como la relación afectiva con otros seres humanos (incluido él mismo). Y también cabe decir que nuestro estado de ánimo cotidiano suele depender crucialmente del estado en que se encuentren nuestras relaciones afectivas.
 
Las relaciones afectivas resultan fundamentales para desarrollarnos como seres humanos, conforman el andamiaje en que se apoya nuestro desarrollo evolutivo, suponen el apoyo fundamental para lograr la independencia psicológica en la adolescencia, nos acompañan a lo largo de toda la vida, constituyendo el fundamento de la red psicosocial en que vivimos y, finalmente, son lo más valorado al llegar a la tercera edad y vislumbrar el final del camino.
 
Más aún, cabe decir sin exagerar que las relaciones afectivas con los demás son lo que realmente da sentido a la vida. Múltiples estudios han demostrado que las personas más felices son las que tienen muchas relaciones sociales y entregan su vida a los demás. Tal como decía la filósofa Hannah Arendt “somos seres para los otros”. Es decir, el sentido de la vida lo encontramos a partir de nuestras relaciones afectivas con los otros. Por eso, la única razón por la que, en un determinado momento, estamos dispuestos a entregar nuestra vida es para ayudar a otros.
 
 
Frente al tópico de que los seres humanos somos egoístas por naturaleza, está la evidencia de que lo que más nos motiva es querer y ser queridos desinteresadamente por los demás (Seligman, 2002). No cabe duda de que la emoción más positiva que podemos sentir los seres humanos es la de estar vinculados afectivamente a los demás.
 
Hoy en día, las investigaciones científicas de las Ciencias Sociales, en general, y de la Psicología en particular, están ofreciendo un indiscutible y abrumador apoyo empírico a esa vieja idea. Esto quiere decir que se está demostrando que querer a los demás es la mejor manera de lograr la felicidad propia. 

 

“Emociones Positivas”
Enrique G. Fernández-Abascal
Cap. 17 La amistad: una perspectiva desde la psicología positiva

viernes, 5 de septiembre de 2014

DISFAGIA. Dificultades en la alimentación

Con el término disfagia denominamos a la "dificultad para deglutir", es decir, la dificultad para llevar a cabo el conjunto de actos, tanto voluntarios como involuntarios, que garantizan el paso de alimento sólidos y/o líquidos, desde la boca hasta el estómago, a través de la faringe y el esófago.
 
La deglución consta de 4 fases:
1. Fase preparatoria. Es una fase voluntaria, en ella se forma el bolo alimenticio mezclando la saliva con el alimento.

2. Fase de transporte. También es voluntaria, en ella se desencadena el reflejo de deglución.
 
3. Fase faríngea. Es refleja, se produce el paso del bolo desde la orofaringe hasta el esófago mediante movimientos peristálticos de la faringe. En esta fase se desencadenan mecanismos de protección de las vías respiratorias como son la elevación del velo del paladar, la elevación del hioides y faringe y el descenso de la epiglotis.
 
4. Fase esofágica. También es refleja. El alimento pasa desde el esófago hasta el estómago.
 
 
Cuando el mecanismo de protección falla, el alimento se desvía de su camino dirigiéndose a vías respiratorias y se produce el atragantamiento o la aspiración. Si la comida se desvía hacia el aparato respiratorio, pueden darse infecciones que producen picos de fiebre mantenidos en el tiempo, y que no tienen ninguna otra explicación médica.  
Este problema puede aparecer a cualquier edad, y las causas por las que ese mecanismo puede fallar son variadas. Se requiere un buen control neurológico, control de los anatomofisiológico de los órganos que intervienen en la deglución, presencia de reflejos protectores y ausencia de reflejos patológicos, etc., y si algo de esto no funciona bien, entonces podemos hablar de disfagia.
Hay varios profesionales que pueden trabajar este tipo de trastorno: el terapeuta ocupacional, el fisioterapeuta o el logopeda. Es muy importante una detección precoz y una adecuada intervención, ya puede resultar un trastorno muy incapacitante.